Delicias de mujeres unidas: Liderazgo, emprendimiento-cambio
Como iniciativa contribuimos a romper las barreras de pobreza, marginalidad, exclusión, violencias de género, acceso a la educación y al empleo, de niñas, adolescentes y mujeres afrocolombianas, víctimas del conflicto armado, y que habitan el Distrito de Aguablanca en Cali, un territorio urbano marginalizado y azotado por la violencia. Trabajando en nuestra solución, Delicias de Mujeres Unidas: liderazgo, emprendimiento y cambio. Estrategia de empoderamiento político y económico de niñas, adolescentes y mujeres del asentamiento Brisas de las Palmas; en el que aprenden habilidades de trabajo en equipo, liderazgo, gestión de cambio, expresión oral y escrita, planeación y administración de proyectos productivos; y conforman colectivas de pensamiento y emprendimiento, donde discuten sus problemáticas y crean proyectos empresariales comunitarios. Consideramos que esta solución contribuye a superar el racismo, y transforma vidas, ya que cualifica a las mujeres, les permite acceder a un empleo digno, ayudar a sus familias y a su comunidad.
El Distrito de Aguablanca, en Cali, Colombia, es un sector con altos índices de violencia y de necesidades básicas insatisfechas. Territorio con más de 800 mil afrocolombianos, en su mayoría desplazados del Pacífico del país. Donde las mujeres han llevado la peor parte de este contexto, pues como lo indica el DANE, de los 2 millones de mujeres afrocolombianas, 420 mil se encuentran desplazadas y desempleadas, 600 mil son madres cabeza de hogar, 800 mil son maltratadas y 320 mil analfabetas. Cifras que se replican en América Latina, donde la población afrolatina es la de mayor índice de pobreza, analfabetismo y desempleo. Por ello apuntamos a romper las barreras de pobreza, marginalidad, exclusión, violencias de género, acceso a la educación y al empleo de niñas, adolescentes y mujeres jóvenes del asentamiento Brisas de las Palmas, donde 1500 mujeres, 70% de la población, son víctimas de esta realidad. Y lo hacemos empoderándolas política y económicamente, enseñándoles habilidades de trabajo en equipo, liderazgo, gestión de cambio, expresión oral y escrita, planeación y administración de proyectos productivos; para que creen iniciativas empresariales solidarias, con lo que acceden a un empleo digno que les permite ayudar a sus familias y a su comunidad.
Impactamos de manera directa a niñas, adolescentes y mujeres jóvenes afrocolombianas, de los 11 a los 30 años, desplazadas del Pacífico del país, y que habitan el asentamiento subnormal Brisas de las Palmas, en Cali. Niñas y mujeres que en un 50% se encuentran escolarizadas y otro 50% son madres cabeza de hogar que no están estudiando o no terminaron la educación media. El 100% de ellas no tiene un empleo formal. De manera indirecta, a través de la replicación que hacen las mujeres de nuestra metodología, impactamos a los niños y niñas de los 4 a los 9 años del mismo sector, quienes tienen deficiencias en su dieta alimenticia.Con las mujeres hemos hecho caracterización de necesidades, oportunidades y aspiraciones individuales y colectivas, enterándonos sobre sus debilidades de aprendizaje, sus proyectos de vida y las condiciones socioculturales y económicas del contexto. Así estructuramos con ellas la estrategia de empoderamiento, atendiendo a sus demandas de formación en habilidades blandas y de emprendimiento, al tiempo que creamos con ellas iniciativas de negocios solidarios, como comedores comunitarios que las ayudan a tener un trabajo estable para sus familias y mitigan la ausencia de la alimentación digna de niños y niñas del barrio.
Nuestra solución es una estrategia de empoderamiento político y económico de las niñas, adolescentes y mujeres del asentamiento Brisas de las Palmas, en Cali, que consta de cinco fases, la primera de ellas, la convocatoria, y conformación de círculos y colectivas de niñas y mujeres. Esta etapa se realizó en el 2018 y tuvo como propósito el reconocimiento y caracterización participativa de las necesidades y problemáticas de la comunidad y de las mujeres del sector.
La segunda fase es el ciclo de liderazgo, iniciado en el 2019. Espacios de diálogo y formación sobre participación política, estrategias de comunicación para la movilización social, trabajo en equipo, cualidades, valores, autoestima, empatía, proyecto de vida y derechos de las mujeres; e identificación de las violencias basadas en género.
El tercer ciclo es el de emprendimiento, dispuesto a finales de 2019 y principios del 2020, donde los participantes aprendieron habilidades de planeación, ejecución, contabilidad y administración de proyectos productivos solidarios. De igual manera, se creó un proyecto conjunto, evaluando las potencialidades y oficios de las mujeres. En nuestro caso, la mayoría de las participantes son fuertes en la cocina, razón por la que apostaron a lo culinario, y por lo que recibieron la formación en manipulación de alimentos.
La cuarta fase es la de cambio, proyectada para la segunda mitad del 2020. Esta etapa se divide en dos, la primera, la transformación de los círculos y colectivas de niñas y mujeres, en colectivas de pensamiento y emprendimiento. Espacios donde las mujeres se dedican a replicar lo aprendido y reflexionan sobre sus apuestas como afrocolombianas. En este momento hemos conformado dos colectivas de pensamiento y emprendimiento, el semillero de cambio, de niñas y adolescentes entre los 11 y 16 años, y las lideresas de cambio, mujeres jóvenes entre los 17 y 30 años. La segunda etapa es la de la generación de proyectos productivos solidarios. Así surgieron las iniciativas de semilleros de lectura infantil, y el comedor comunitario para vender alimentos a bajo costo, con el que los niños y niñas principalmente, accedan a alimentación digna.
La quinta fase es el momento de la visibilización; transversal a todas las etapas del proceso y hecho a través de la formación en comunicación y la apertura de un programa radial en la única emisora comunitaria de Cali, donde los participantes hablan de sus problemas, experiencias y soluciones.
- Deploy new and alternative learning models that broaden pathways for employment and teach entrepreneurial, technical, language, and soft skills
- Provide equitable access to learning and training programs regardless of location, income, or connectivity throughout Latin America and the Caribbean
- Prototype
Nuestra solución innova desde cuatro líneas, la primera, la teórica, al fusionar modelos y prácticas de la economía solidaria y de la educación popular y la comunicación para el cambio social, con el objetivo de contribuir a que las niñas, adolescentes y mujeres afrocolombianas superen las barreras de la pobreza, acceso a la educación y el desempleo. La segunda línea es la formación, pues operamos desde procesos educativos no formales para fortalecer habilidades blandas para el trabajo desde el empoderamiento político y económico con perspectiva étnica y de género en Cali, segunda ciudad de América Latina y el Caribe, con mayor población afro, y capital del desplazamiento forzado a mujeres afrocolombianas en Colombia. La tercera línea es la social, ya que somos la única iniciativa del Distrito de Aguablanca, que trabaja con niñas, adolescentes y mujeres afrocolombianas desplazadas y habitantes de asentamientos subnormales, desde la unión de la comunicación y gestión del cambio y el emprendimiento solidario. Y, nuestra cuarta línea es la comunitaria, pues potenciamos habilidades y quehaceres de los participantes, a través de la activación de redes de apoyo locales, articulándonos con fundaciones y organizaciones del sector solidario. Al tiempo que impactamos a 11 comunas de la ciudad, por medio de un programa de radio con enfoque de género en la única emisora comunitaria de Cali, donde las niñas y adolescentes hablan de sus experiencias, apuestas y soluciones.
Fusionamos teorías de economía y emprendimiento humanistas y solidarias, con apuestas de educación y comunicación para el cambio social. Operamos con influencia de autores como Jorge Barea y Renis Likert, en modelos administrativos solidarios, y de Alfonso Gumucio, Paulo Freire y Mario Kaplún, en líneas de educación y comunicación para el cambio social. Likert y Barea, creen en negocios de propiedad colectiva y objeto social; basadas en el liderazgo, la toma de decisiones grupales y la cooperación para lograr un objetivo común. Para Gumucio, Freire y Kaplún, la educación y comunicación son un proceso participativo, plural, transformador y situado en los contextos que impactan. Lo anterior lo ponemos en marcha, entendiendo los proyectos de vida de las mujeres, diseñando el proceso de empoderamiento con ellas, y haciendo la formación desde sus intereses y realidades. Logrando conformar dos colectivas, el semillero de cambio, 20 niñas y adolescentes afro, y las lideresas de cambio, 20 afrocolombianas, madres cabeza de hogar. Obteniendo que las primeras intervengan en una campaña de prevención del acoso callejero y en un semillero infantil con 40 niños de su sector. Y las segundas, impulsan un comedor comunitario para lograr estabilidad propia y ayudar a su comunidad.
- Women & Girls
- Children & Adolescents
- Urban Residents
- Very Poor
- Minorities/Previously Excluded Populations
- Colombia
- Colombia
En el presente nuestra iniciativa impacta directamente a 40 mujeres afrocolombianas, 20 de ellas integrantes de lo que se denomina como el semillero de cambio,niñas y adolescentes entre los 11 y 16 años, y 20 mujeres de lo que hemos bautizado como lideresas de cambio, jóvenes entre los 17 y 30 años. De igual manera, en la actualidad, gracias a que las mujeres integrantes del semillero de cambio están replicando nuestras metodologías, logramos el impacto de manera indirecta a 40 niños y niñas afrodescendientes, entre los 4 y 9 años. En un año aspiramos impactar directamente a 80 mujeres e indirectamente a 100 niños y niñas. Y en cinco años, proyectamos impactar a 500 mujeres de forma directa, y a 300 niños y niñas de manera indirecta, por medio de los clubes de lectura y de juegos, a cargo del semillero de cambio, y del comedor comunitario, iniciativa empresarial solidaria de las mujeres que integran el equipo de lideresas de cambio.
En el presente nos proyectamos con las niñas, adolescentes y mujeres, culminar el proceso de acompañamiento y transferencia metodológica en administración de proyectos productivos solidarios y en intervención desde la promoción de lectura, escritura, oralidad y juegos a infantes. De igual manera, pondremos en marcha un piloto de comedor comunitario, haciendo análisis de la respuesta del contexto para su sostenibilidad tanto social como económica. E incrementaremos el rango de acción de los semilleros infantiles.
En un año generaremos una segunda cohorte de formación en habilidades blandas a través del empoderamiento político y económico, generando dos nuevas colectivas de mujeres y consolidando las dos colectivas de emprendimiento y pensamiento. Haremos la segunda fase de la etapa de cambio de nuestra solución, en el que las mujeres pongan en marcha la solidificación de sus propuestas de emprendimiento solidario.
En cinco años tendremos seis colectivos de emprendimiento y pensamiento, y dos colectivos de niñas y adolescentes funcionando y replicando las habilidades blandas en sus contextos, impactando a niños, adolescentes, hombres y mujeres del sector. Nos proponemos lograr que las participantes de la primera cohorte sean referentes de liderazgo de cambio en la comuna 15 del Distrito de Aguablanca, quienes tendrán sus apuestas solidarias consolidadas, entre ellas, el comedor comunitario, que estará garantizando la sostenibilidad de las socias fundadoras y sus colaboradoras, y la alimentación digna de al menos 300 niños y niñas del territorio.
Principalmente tenemos una barrera financiera para la ejecución de nuestro trabajo en el próximo año. Ya que, por un lado, no contamos con los recursos necesarios para operar en la capacidad que nos interesa el comedor comunitario, y las demás iniciativas solidarias de las niñas, adolescentes y mujeres. Por otro lado, en el presente atravesamos una cuarentena nacional a causa de la pandemia del coronavirus, lo que ha frenado los procesos, causando un atraso significativo en los objetivos estratégicos de nuestra iniciativa, y generando ajustes presupuestales para la inversión social en las entidades locales, departamentales, nacionales e internacionales, poniéndonos en problemas a la hora de buscar financiación. En cinco años, nuestro principal obstáculo será el factor financiero y cultural, en vista que la escala de impacto habrá crecido y los valores de sostenimiento de la iniciativa también. Y en torno a lo cultural, atravesaremos dificultad para que los niños y niñas que han sido impactados indirectamente, se sostengan en los proyectos de transferencia metodológica, ya que en ese momento serán adolescentes, y culturalmente las dinámicas de este grupo poblacional es fluctuante, lo que puede amenazar con la pérdida del acumulado de trabajo.
Para superar la barrera financiera y el posible descenso en la inversión local y nacional en proyectos sociales, en el próximo año, trabajaremos desde la gestión de recursos en redes de apoyo hiperlocales y locales de corte público y privado. Nos acercaremos a emprendimientos de los barrios, pautas y visibilización de sus ofertas en la emisora comunitaria a la que pertenecemos, a cambio de su inversión en dinero o en especie (alimentos o insumos para nuestros emprendimientos solidarios). De igual manera, gestionaremos la articulación con la Arquidiócesis de Cali, con su programa de comedores comunitarios, donde ofrece apoyo en víveres y recursos para operar los mismos. Nos acercaremos al Banco de Alimentos buscando donaciones de víveres para nuestro proyecto de comedor comunitario.
La barrera financiera y cultural dentro de cinco años la superaremos por medio de la gestión de recursos internacionales, como el FONDO LEO de Estados Unidos, y nacionales como los del Bienestar Familiar colombiano. Para los procesos de formación y de replicación metodológica, convocaremos a Universidades de la ciudad, como la Universidad del Valle y la Universidad Javeriana, para continuar con nuestro camino a la profesionalización de las participantes. De tal manera, que se vuelvan apuestas atractivas y constantes para los adolescentes, logrando cautivarlos y creando apuestas de transformación a largo plazo.
- My solution is already being implemented in Latin America/Caribbean
Actualmente como equipo nos encontramos en la consolidación del proceso de empoderamiento político y económico de las mujeres, desde la implementación de dos líneas de trabajo. La primera, el semillero de cambio, dirigida a niñas y adolescentes entre los 11 y los 16 años, y la segunda, lideresas de cambio, jóvenes entre los 17 y 30 años. En la primera línea estamos haciendo transferencia metodológica a las niñas y adolescentes sobre el trabajo de liderazgo y gestión del cambio, enseñándoles habilidades blandas como la expresión oral y escrita, y haciendo un proceso de reconocimiento de las violencias de género que viven. De esta manera, las chicas han producido dos planes de incidencia territorial, el primero, una campaña radial contra el acoso callejero, ¡Tú, respeto sí, tú piropo no!, y el segundo, un grupo de lectura y de juegos con niños de su barrio, en el que les enseñan lo que han emprendido, como el trabajo en equipo y la empatía. En la segunda línea, se está culminando la fase de formación en competencias contables y administración de proyectos productivos. Al tiempo que se gestionan los recursos y espacios para la implementación de un comedor comunitario, la primera propuesta empresarial solidaria de las mujeres, que busca darles estabilidad económica al tiempo que ayudan a mitigar la necesidad de alimentación de los menores de su comunidad.
- Nonprofit
En la solución de dos personas al tiempo completo, dos personas identificadas y dos son contratados en momentos y actividades puntuales.
Somos la Asociación Agencia Red Cultural, organización que ha impactado el Distrito de Aguablanca en Cali, con apuestas de construcción de paz, equidad de género, formación en habilidades blandas y contribución a la superación de las barreras de la pobreza desde hace 24 años. Con proyectos como la Feria de las Culturas, que comenzó en 1996, y lleva 19 versiones movilizando a más de 400 artistas para discutir problemas sociales con las comunidades, y posicionar acciones de cambio colectivas. Trabajo reconocido en el 2017 por el Ministerio de Cultura con una Mención de Honor. Durante 11 años administramos la Biblioteca Pública y central didáctica de la comuna 14; haciendo gestión del cambio desde la cultura y la educación. De igual manera, aportamos a la formulación y consolidación del proyecto del Centro de Emprendimiento Cultural de la Comunidad 13, del oriente de la ciudad. En el 2011, creamos la Emisora Comunitaria Oriente Estéreo, enfocada a la formación en liderazgo y empoderamiento, trabajando con más de 400 niños y 100 mujeres en nuestra historia. Formando programas como Palabras de equidad, ganadora de una Beca de Estímulos del Ministerio de Cultura. Esta misma entidad nos concedió, a la Red Cultural, como nos conocen, el Reconocimiento Nacional por la contribución a la unidad y la reconciliación de poblaciones vulnerables de Cali. La subsecretaría de equidad de género del Valle del Cauca, en 2020, nos galardonó con el premio a la mujer Vallecaucana por el empoderamiento político hecho con las mujeres del Distrito de Aguablanca.
Nuestra solución está trabajando en la actualidad con la Biblioteca Pública Rigoberta Menchú, lugar que nos facilita el espacio para la reunión y nos brinda insumos y materiales necesarios para la realización de nuestras intervenciones; a cambio, nosotros les damos visibilidad a sus procesos. De igual manera trabajamos con la emisora comunitaria Oriente Estéreo Cali, de la cual hacemos parte, y donde emitimos el programa radial Chicas Comunicativas, donde el equipo de niñas, adolescentes y mujeres reflexionan sobre la equidad de género y sus experiencias de cambio. A finales del 2019 y principios del 2020, laboramos con el Fondo LEO de Estados Unidos, quienes cofinanciaron la iniciativa de Delicias de Mujeres desde la etapa formativa en liderazgo y emprendimiento, de igual manera, aportaron una subvención para la conformación de una cocina que sirviera como base para el desarrollo de los emprendimientos solidarios de las mujeres. Asimismo, nos articulamos en el año 2018 y 2019 con la Fundación Mi Sangre, con quienes hicimos dos planes de acción de cambio enfocados a la prevención de las violencias de género.
Nuestro modelo de negocio fusiona pilares de la economía del cuidado, solidaria y del intercambio, con estilos de gestión de recursos públicos y privados. Impactamos directamente a niñas, adolescentes y mujeres, con quienes trabajamos en nuestro servicio principal, un proceso de fortalecimiento de las habilidades blandas a través del empoderamiento político y económico con perspectiva étnica y de género, en el que aprenden gratuitamente competencias en expresión oral y escrita , liderazgo, gestión estratégica del cambio, trabajo en equipo, entre otros. Una vez que terminan los ciclos de formación, pueden realizar proyectos productivos sostenibles económicos y socialmente, donde devengan ganancias al tiempo que tienen que resolver una problemática de su contexto. Y donde los recursos generados, se dividen en las participantes y se reinvierten en las iniciativas; una parte para ampliar el impacto de los proyectos productivos, y otra para construir más colectivas de mujeres. A la par de esta línea de gestión, escribimos iniciativas que apuntan a recursos de fundaciones de entes territoriales e internacionales. Por otra parte, nuestros beneficiarios indirectos son niños y niñas entre los 4 y 9 años, cobijados por la economía del cuidado y el intercambio, donde las mujeres donan su tiempo y replican lo que han aprendido con ellos, como retribución por lo que han recibido y por su compromiso con la comunidad. De igual manera, estudiantes universitarios en prácticas profesionales u organizaciones con objetivos similares, dan su tiempo, recursos en dinero, insumos o metodologías, para trabajar con los niños, niñas y las mujeres.
Nuestro proyecto, como lo dijimos en el punto anterior, tiene su fundamento en la economía solidaria en una fusión de gestiones y subvenciones de recursos de entes nacionales o internacionales. Como lo dijimos, apuntamos a formar en habilidades blandas a mujeres, por medio de un proceso de empoderamiento político y económico que arroja, por un lado, capacidad instalada en los participantes que les permite replicar las metodologías, y, por otro lado, proyectos productivos solidarios, como un comedor comunitario. De esta manera, la solución se encamina a la sostenibilidad desde dos pilares, primero, en lo económico, donde, como se explicitó, se involucran modelos cooperativos y de intercambio, de tal manera que, primero, desde las apuestas de negocio se genere dinero para las socias y para reinvertir en los proyectos productivos y en los procesos formativos. De la misma manera, trabajamos en la búsqueda de subvenciones es redes hiperlocales, donde tenderos o personas con interés de colaborar, intercambian dinero, insumos o tiempo, por pauta y visibilización en la emisora comunitaria a la que pertenecemos. De igual manera, se labora en la búsqueda de recursos de entidades gubernamentales o privadas. El segundo pilar es el comunitario, donde nos sostendremos gracias a la economía del trueque, donde los estudiantes en sus prácticas profesionales, las mujeres que han hecho parte del proceso u otras organizaciones afines, aportan dinero o tiempo a nuestra iniciativa.
Nos postulamos a Tprize porque nos interesa adquirir asesoría y apoyo estratégico para que nuestro modelo de trabajo territorial pueda expandirse e impactar más vidas de niñas, adolescentes y mujeres. Nos convoca la trayectoria de Tprize y las conexiones que nos pueden contribuir a hacer en América Latina y el Caribe con expertos que trabajan desde la economía solidaria, la gestión de recursos internacionales, el feminismo afrolatinoamericano, la superación de las barreras de la pobreza, la comunicación y gestión de cambio y la radio comunitaria. En otros términos, estamos aquí porque queremos abrir nuestras mentes y posibilidades, conociendo otras voces y perspectivas que nos nutran. Y le apostamos a que nos ayuden a conectar con otras propuestas como las nuestras, con el fin de hacer intercambios de experiencias y metodologías. De la misma manera, nos interesa el reconocimiento que hace esta plataforma al trabajo de iniciativas sociales, ya que consideramos que es un muy buen espacio de visibilización de lo que hacemos. Y una buena manera de incentivar y motivar a las mujeres participantes de nuestro proceso. Además, nos postulamos, porque Tprize desde los recursos que asigna nos puede ayudar a potenciar el trabajo hecho hasta el momento.
- Mentorship
- Connection with Experts
- Funding
Como solución nos gustaría y nos conviene asociarnos estratégicamente con organizaciones que trabajan la equidad de género, la economía solidaria o la comunicación para el cambio social, con niñas, adolescentes y mujeres. Es por eso que nos interesa articularnos con la Arquidiócesis de Cali, en la apuesta de comedor comunitario que elaboraron las mujeres activas en el proceso. De igual manera, nos parece importante hacer vínculos con estrategias de promoción de lectura, escritura y oralidad de organizaciones locales como Biblioghetto y la Fundación Alfombra Mágica, con el fin de hacer transferencias metodológicas e intercambio de experiencias, entre nuestras niñas y adolescentes con los públicos impactados de ambas organizaciones. De igual manera, buscamos renovar la articulación con la subsecretaría de equidad de género para hacer acompañamiento psicosocial a las mujeres que han sido violentadas y necesitan un proceso restaurador. Asimismo, apostamos a juntarnos con la Casa Cultural el Chontaduro, que trabaja la equidad de género desde el feminismo negro, aspecto que nos inquieta, ya que uno de nuestros propósitos es generar agendas de movilización de las mujeres afrocolombianas desplazadas.