1 Plástico a la Vez
Estamos comprometidos con prevenir la degradación de los ecosistemas marino costeros causada por la contaminación de residuos plásticos que descarta la pesca artesanal en Perú.
Nuestra solución tiene dos componentes: educación y economía circular. Utilizamos herramientas de concientización e incentivos para difundir prácticas sostenibles entre los pescadores artesanales de modo que retornen con sus residuos a tierra. Luego recolectamos los residuos plásticos aprovechables directamente de los pescadores, para circularizarlos a través de canales reuso y reciclaje.
En Perú y América Latina, la pesca de pequeña escala provee más del 50% de proteína marina para Consumo Humano Directo. La seguridad alimentaria de la región es altamente dependiente de esta actividad. La degradación del océano además expone a mayores niveles de pobreza a la comunidad de pescadores artesanales. Nuestro objetivo es que los pescadores desarrollen aprendizajes y habilidades conducentes a realizar una pesca más sostenible en el mar peruano.
La pesca de pequeña escala en Perú son miles de embarcaciones con una capacidad de bodega máxima hasta de 32 metros cúbicos. En Perú operan casi 10,000 embarcaciones con una capacidad entre 20 y 30 toneladas. El sistema de distribución y almacenamiento de hielo de las embarcaciones más grandes es intensivo en el consumo de costales de plástico. En promedio, proveerlas de hielo requiere de 200 toneladas mensuales de costales de polipropileno. Los costales, a lo mucho, se utilizan dos veces y un alto porcentaje se desecha al mar. Estas embarcaciones están focalizadas principalmente en 15 desembarcaderos artesanales.
En Perú, son alrededor de 60,000 pescadores artesanales formales y sus familias quienes dependen directamente Del Mar como fuente de trabajo y recursos. Sin embargo, en el entorno de la pesca artesanal existe una brecha de información relacionada al impacto del plástico en los ecosistemas marinos así como de prácticas para gestionar residuos. En el tiempo, desechar plástico al mar se ha vuelto una práctica normalizada.
El diseño de estas embarcaciones no incorpora criterios para la gestión de residuos. En los puertos hay poco control sobre el tema. Finalmente, los residuos plásticos son una externalidad de la pesca que se descarta en aguas abiertas.
Rastreando el flujo de plástico de la pesca artesanal, empecé a pasar cada vez más tiempo en el Desembarcadero de Pucusana para introducirme en el ecosistema de la pesca de pequeña escala. Este periodo de la investigación me permitió establecer alianzas con autoridades del Municipio, la Capitanía del Puerto, el Gremio de Pescadores y la comunidad de vecinos. También identifiqué que dentro de la comunidad de pescadores existen subgrupos y que nuestros “early adopters” eran los pescadores más jóvenes y/o con hijos pequeños.
Para empezar a desarrollar la comunidad de “Héroes del Planeta” se requirió de mucho trabajo de campo. Los pescadores artesanales son una comunidad de bajos recursos que trabajan en un rubro altamente informal con gran alcance en el mar. Decidimos que nuestra estrategia sería visibilizar lo positivo. Así nace nuestro modelo “Héroes del Planeta”. Es una iniciativa educativa basada en generar una economía circular del plástico para desarrollar en el pescador habilidades y aprendizajes conducentes al cuidado del océano.
Nuestro servicio consiste en concientizar a los pescadores artesanales sobre los impactos del plástico en el mar e incentivar que retornen con los residuos plásticos a tierra. Una vez en el punto de desembarco, compramos los costales de hielo rotos (o sucios) directamente de los pescadores así como de otros recolectores de residuos. La creación de un mercado secundario de costales de hielo beneficia a los grupos menos favorecidos del entorno de la pesca artesanal: mujeres, pescadores ancianos e inmigrantes y refugiados de Venezuela, desplazados a causa de la crisis generalizada de su país.
A continuación, los costales se llevan a un almacén en donde son separados según el grado de contaminación. Un porcentaje de los costales en mejor estado se destinan a un proyecto piloto de reutilización de materiales que trabaja con las internas del Penal de Mujeres de Máxima Seguridad, ubicado al sur de Lima. Los demás costales entran a un proceso de lavado, molido y pelletizado. Este material retorna al mercado como pellets de polipropileno reciclado. Los pellets los usan en procesos de inyección.
El servicio que brindamos a nuestros beneficiarios lo financiamos con las ventas de pellets de polipropileno reciclado y merchandising. Para escalar nuestra propuesta, vamos a reinvertir las ganancias en ampliar nuestro programa de concientización e incentivos a más puertos artesanales. Vamos a seguir la huella de plástico de las embarcaciones más grandes del rubro de la pesca de pequeña escala. El programa de concientización “Héroes del Planeta”, es nuestro vehículo para desarrollar una comunidad de pescadores responsables con el medio ambiente.
Para agregar transparencia a nuestra labor, estamos experimentando con alternativas tecnológicas para darle trazabilidad a los residuos que capturamos. En un principio estamos usando los mismos sistemas de información que algunos pescadores emplean para darle trazabilidad a la pesca. Eventualmente buscamos migrar a un sistema de blockchain, como Plastic Bank.
Hoy en día nuestra solución se está implementando en el Desembarcadero Pesquero Artesanal de Pucusana, ubicado a 60 km al sur de Lima. Pucusana es uno de los Puntos de Desembarco más cercanos a la capital.
- Reducir los residuos y plásticos de un solo uso a través de la promoción del cambio de comportamiento del consumidor e incentivando la reutilización y el reciclaje
- Piloto
Nuestra propuesta reúne dos dimensiones innovadoras. La primera, implementamos estrategias de concientización en el Puerto Artesanal para cambiar algunas prácticas de los pescadores al gestionar sus residuos plásticos en aguas abiertas. Nuestro propósito es incentivar que regresen los residuos plásticos a tierra. El objetivo de “Héroes del Planeta” es crear una comunidad de pescadores consciente sobre contaminación marina y cambio climático. La segunda dimensión innovadora es que a ellos les compramos los costales de hielo que descarta la pesca. Promovemos una economía circular de los residuos plásticos en una comunidad de bajos recursos. El mercado que estamos activando requiere el desarrollo de nuevas habilidades y formas de pensar el plástico al interior de la comunidad donde estamos trabajando. Al canalizar los residuos plásticos en procesos de reutilización y reciclaje, desarrollamos nuevo capital social en nuestra zona de influencia.
Nuestra estrategia es intervenir directamente los Puntos de Desembarco artesanal. Son la última frontera en la que podemos influenciar el comportamiento de los pescadores en aguas abiertas. También son el primer punto de contacto con los residuos en tierra. Al acopiarlos, generamos la oportunidad de evitar que estos residuos sean mal gestionados por los deficientes servicios municipales. Promover una economía circular en los Puntos de Desembarco artesanal reaprovechando los residuos plásticos de los pescadores como recurso, es un modelo para la gestión de residuos sólidos que no existe en el Perú.
Con nuestro trabajo de concientización e incentivos, vamos capturar el flujo de residuos plásticos que se genera en aguas abiertas durante la pesca, evitando que se descarte al mar. Así aliviamos la presión que genera esta fuente de contaminación sobre los ecosistemas marino costeros de la región. Reducir la cantidad de basura que se bota al mar es nuestra estrategia para desacelerar su degradación.
En entrevistas realizadas a los pescadores, identificamos un recurrente vacío de información respecto del impacto del plástico en la pesca y los ecosistemas marinos. Muchos lo entienden como un problema estético (“se ve feo”). Sin embargo, sí tienen múltiples experiencias de plásticos enredados en las hélices del motor de la embarcación o en las redes de pesca. Estos inconvenientes son cada vez más recurrentes, sin embargo no los vinculan a sus prácticas personales de gestión de residuos plásticos. Los pescadores pierden días de trabajo limpiando plástico enredado en sus redes o restaurando las hélices. Al proveerles de información que a su vez pueden relacionar con su experiencia, los pescadores empiezan a tener una visión más completa de las implicancias del plástico para la pesca y la salud Del Mar.
La información que llevamos apunta a generar un único cambio de comportamiento: regresar los residuos a Tierra. Nuestra labor a continuación es introducir esos residuos en una economía circular que permita su reaprovechamiento. En estos primeros meses, hemos logrado que el grupo de control retorne con casi 6 toneladas de residuos en solo un Puerto artesanal.
- Mujeres y niñas
- Niños y adolescentes
- Ancianos
- Muy pobres
- Bajos ingresos
- Minorías/Poblaciones previamente excluidas
- Refugiados/Desplazados internos
- Peru
- Chile
- Colombia
- Ecuador
- Peru
- Chile
- Colombia
- Ecuador
Como nuestro modelo tiene dos componentes que se retroalimentan (educación y economía circular), consideramos que tenemos 2 beneficiarios. Del lado educativo, nuestra población objetivo son los 800 pescadores del área de Pucusana. Si bien buscamos impactar a toda la comunidad con nuestra metodología, nuestro último propósito es desarrollar las habilidades que los pescadores requieren para gestionar sus residuos cuando están de faena en aguas abiertas.
El mercado secundario alrededor de los residuos plásticos que retornan a tierra tiene diversos beneficiarios. Actualmente estamos articulados con un Gremio que organiza a 600 pescadores formales y 200 informales que pueden beneficiarse económicamente del incentivo. La recolección de residuos se trabaja con una red de 15 gestores de residuos. Este grupo reúne a pescadores y familiares, recicladores e inmigrantes. Ellos acopian un porcentaje del plástico que retorna a tierra. A continuación, compramos el plástico de los gestores y pescadores “early adopters”. Pagamos un mejor precio que el mercado para generar el incentivo del retorno y la recolección.
En 1 año quisiéramos atender a 10 gremios (entre 8,000 y 10,000 pescadores formales e informales) y tener una red de gestores de residuos al menos de 30 personas en cada Desembarcadero, sumando aproximadamente 300 personas al grupo de beneficiarios. En 1 año podríamos impactar a más de 9,000 personas. En 5 años quisiera estar trabajando con todos los gremios artesanales de Peru y expandir nuestra metodología con gremios de Chile y Ecuador. En 5 años esperaría amplificar nuestro impacto a más de 45,000 personas.
Nuestro impacto se manifiesta cuando los pescadores vuelven al Puerto con los residuos plásticos generados durante la faena. A lo largo de estos últimos meses, hemos introducido la temática sobre la contaminación marina en la comunidad de pescadores artesanales de Pucusana de una forma lúdica y orientada a la acción.
La dimensión ambiental de nuestro impacto consiste en prevenir la degradación de ecosistemas marino costeros que genera la contaminación de plásticos desechados al mar de la pesca artesanal. Nuestro indicador más inmediato consiste en la cantidad de toneladas de residuos plásticos de la pesca que retornan a tierra para su reaprovechamiento. La dimensión social de nuestro impacto consiste en aportar a una gestión sostenible de la pesca artesanal, de que dependen varias comunidades de bajos recursos. Nuestro indicador más inmediato consiste en el desarrollo de una comunidad de pescadores consciente de los efectos de la contaminación marina. La dimensión económica de nuestro impacto consiste en ampliar el alcance y los beneficios de la economía circular de los residuos plásticos a las comunidades más vulnerables. Nuestro indicador más inmediato es la creación de un mercado secundario de residuos plásticos en el Desembarcadero artesanal de Pucusana, convirtiendo los residuos plásticos de la pesca en un nuevo recurso comercializable.
Nuestro objetivo dentro del próximo año es afianzar nuestra relación con La Marina de Guerra del Perú y construir un network estable para escalar nuestra propuesta con aproximadamente 10 Gremios de Pescadores Artesanales. Si bien nuestra zona de influencia son los Desembarcaderos artesanales, hay dos autoridades que son esenciales para escalar nuestro trabajo y alcanzar a más pescadores: La Marina de Guerra del Perú y los Gremios de Pescadores Artesanales. A través de la Dirección de Capitanías y Puertos (DICAPI), La Marina de Guerra peruana fiscaliza y regula a las embarcaciones. Cuenta con presencia en todo el litoral. Los Gremios de Pescadores Artesanales tienen la responsabilidad de incorporar criterios de sostenibilidad en la gestión de la pesca y articulan a un porcentaje importante de pescadores.
Apoyándonos en La Marina de Guerra, en 5 años vamos a articular a todos los Gremios de Pescadores Artesanales en el marco del Programa “Héroes del Planeta”. Habremos generado una comunidad de agentes de cambio en el entorno de la pesca artesanal que promueve una economía circular con los recursos plásticos que descarta la actividad pesquera. Dentro de 5 años esperamos circularizar otros plásticos como redes, espineles, boyas, jabas y demás plásticos que descarta la pesca de pequeña escala. El impacto de nuestra labor de concientización y generación de incentivos para que los residuos retornen a tierra, debe reflejarse en la comprensión del plástico como recurso, no como residuo. Esto es parte de generar una visión más amplia de los desafíos para lograr una gestión sostenible de la productividad del océano.
Un primer desafío para la ejecución de nuestra propuesta son las distancias geográficas. Los Puertos artesanales donde buscamos impactar con nuestra propuesta están dispersos entre sí, hasta por 1,000 km. Esto supondrá costos más elevados para la gestión del material. Sin embargo, debemos aplicar el pensamiento catedral para asentar las bases de nuestra economía circular e ir resolviendo en el camino la operación necesaria para cada Desembarcadero.
Otro reto será desarrollar una cartera de clientes dispuesta a pagar más por nuestra resina plástica reciclada. La gestión para reaprovechar este material implica costos adicionales. Para lograr un impacto a escala necesitamos ser sostenibles económicamente de modo que podamos costear aspectos específicos de nuestro programa educativo y de reaprovechamiento (tratamiento del material). En el mercado de materias primas, podemos establecer un flujo de caja neutral para cubrir la recolección y tratamiento del material. Actualmente estamos subvencionando el componente educativo de nuestra propuesta. Sin embargo, el mercado para materiales obtenidos de formas responsables está creciendo.
Otro reto es que el rubro del reciclaje en Perú es limitado y existen pocos proveedores que nos pueden dar el servicio de lavar y moler este material en particular. Esto por el tipo de contaminación orgánica y el grado de humedad con que recolectamos los costales de polipropileno.
Sobre el desafío de la distancia geográfica, empezaremos por identificar redes de proveedores y clientes por regiones geográficas. Este mapa nos permitirá encontrar, entre nuestro Pool de Desembarcaderos, cuales son las zonas geográficas donde encontramos ecosistemas completos o semicompletos para nuestra operación. Buscamos que nuestro impacto sea lo más local posible. De este punto en adelante, el trabajo consiste en establecer relaciones comunitarias, empezando por las autoridades del gremio local y la Capitanía del Puerto.
En ese sentido, nuestro criterio para abordar las barreras se rige por retener todo el impacto posible en la localidad. Si no es posible solucionar dentro de esa primera esfera de proveedores y clientes, buscamos en las comunidades más cercanas.
Para resolver barreras de infraestructura para el reciclaje, tendríamos que analizar si sería rentable para nosotros invertir en esto o ayudar a aliados locales a buscar financiamiento para desarrollar pequeños centros de reaprovechamiento en zonas estratégicas.
Para resolver la barrera del precio de nuestro producto en el mercado, venimos trabajando en un branding consistente como estrategia para generar valor. Buscamos establecer una red de clientes dispuestos a pagar un poco más por una materia prima responsable y con trazabilidad. Obtenemos una materia prima de buena calidad con cobertura de aplicación.
- Estoy planeando expandir mi solución a América Latina y el Caribe
Consideramos que la oportunidad de mercado para nuestra propuesta, en America Latina, está en la educación. En Perú, tenemos alianzas con un equipo de biólogos marinos que tienen estudios científicos del impacto de diferentes tipos de contaminación en las especies y ecosistemas que encontramos en el Pacifico Sur (en las zonas de influencia de las corrientes del Humboldt y del niño). Para desarrollar una administración sostenible del Pacífico Sur, nuestros países deben estar mejor informados sobre las particularidades del océano en esta región y su influencia en el clima del planeta.
Junto con los biólogos, colaboraremos en crear material de difusión científica. Nuestro aporte será en traducir esa información a conceptos, historias y gráficos amigables para nuestra audiencia.
- Híbrido con fines de lucro y sin fines de lucro
Personal a tiempo completo: 1
Personal tiempo parcial: 3
Contratistas: 3
Trabajadores por separado: 15
El equipo de 1 Plástico a la Vez es multicultural e interdisciplinario. En promedio, 2/3 tienen educación básica regular y 1/3 tiene estudios universitarios. En 1 Plástico a la Vez buscamos reunir lo mejor de los dos mundos. En el equipo de Pucusana, encontramos habilidades de gestión simples y un sentido de comunidad fuerte. Hay un buen fit entre las operaciones de nuestra economía circular y las habilidades que encontramos en el grupo humano. El grupo más representativo son los estibadores venezolanos. Ellos son nuestra primera línea para cuantificar y recolectar el plástico de la pesca. Su trabajo es embarcar hielo en las lanchas y desembarcar la pesca cuando llega. Algunos también salen varios días a la pesca. También trabajamos con recicladores y recicladoras que hemos introducido en el Puerto.
Los otros miembros del equipo nos desenvolvemos profesionalmente en el campo de las ciencias sociales. En conjunto, aportamos un perfil que combina humanidades, ciencias naturales y deportes. Nuestra fundadora, Francisca Barrios, tiene un posgrado en desarrollo sostenible y una maestría en educación en Harvard University, donde asistió como becaria Fulbright. Completó su licenciatura en Filosofía, es divemaster y activista por el océano. Denise Dianderas, co-fundadora, se dedica al marketing con propósito social. Kodiak Semsch, es abogado y surfer de ola grande. Isabel Elias, economista. Yuri Hooker, comunicador y biólogo marino.
Nuestro equipo reúne una perspectiva 360º sobre este desafío. Desde el problema en su contexto, el impacto en los ecosistemas, hasta el mercado de commodities. Estamos abriendo camino para la comprensión ecosistémica de un problema complejo.
Hoy en día tenemos muy buenas relaciones con la Municipalidad de Pucusana, el Puesto de Capitanía de Pucusana, el Gremio de pescadores de Pucusana y la junta de vecinos de Pucusana. También tenemos relaciones con el Puesto de Capitanía de San Andrés, un Desembarcadero artesanal que se encuentra a 200 km al sur de Pucusana. Hemos empezado a trabajar en nuestra relación con la Municipalidad de Lima y con La Marina de Guerra, a través de la Dirección de Capitanías y Puertos.
Otras organizaciones del ecosistema local con las que trabajamos son Race for Water_ Peru y Life Out Of Plastic_ L.O.O.P. Por ahora, nuestras alianzas son convenios marco para la cooperación.
Nuestra propuesta de valor consiste en desarrollar conocimiento y habilidades, dentro de la comunidad de la pesca artesanal, para gestionar de manera sostenible los residuos plásticos que descarta la pesca de pequeña escala. Nuestros beneficiarios directos son la comunidad de pescadores artesanales y sus familias. Creamos impacto a través de un mercado secundario que utiliza los residuos plásticos de la pesca como recurso comercializable. Esta nueva moneda, que funciona al interior de una comunidad de bajos recursos, facilita una gestión más eficiente del material descartado, el cual insertamos en canales de reutilización y reciclaje. Para lograrlo, pagamos mejores precios por el plástico y lo compramos al por menor. Este mercado, además de nuevas habilidades, necesita de una nueva mentalidad que nos permita agilizar la solución del problema. Este proceso lo acompañamos con información y actividades de concientización sobre contaminación marina y sus consecuencias en la pesca.
Nuestros clientes son compradores de plástico reciclado en la forma de pellets. Este material se utiliza para procesos de inyección en moldes. Con tecnología para la trazabilidad, agregamos transparencia a la cadena de valor de 1 Plástico a la Vez. Estamos desarrollando una cartera de clientes dispuestos a pagar más por materias primas con impacto responsable. Así logramos cubrir los costos asociados a nuestro modelo de gestión, diseñado para atender el desafío de cambiar las prácticas de consumo y gestión de residuos plásticos de los pescadores artesanales cuando están en aguas abiertas.
Nuestro financiamiento es una combinación de venta de productos y aumento de capital de inversión. Tenemos dos productos a la venta: pellets de polipropileno reciclado y merchandising de “Héroes del Planeta”. También hemos conseguido un préstamo privado a 2 años sin intereses por $25,000. Según nuestra estrategia de crecimiento, para mantener la sostenibilidad económica de nuestro impacto en escala actual, debemos producir y vender al menos 5 toneladas de polipropileno reciclado al mes (modelando según los precios del mercado y los costos actuales que manejamos). Las ganancias del merchandising se invierten directamente en la compra de más plástico de los pescadores. Nuestra estrategia es dinamizar lo más rápido posible el mercado secundario del plástico en el Puerto artesanal. La estrategia del merchandising es facilitar canales para involucrar al cliente final en la labor de limpiar el mar de plástico. La venta y distribución del merchandising se realiza a través de la plataforma de ventas online Ecologics, aliados que se dedican a la venta de alternativas ecológicas sin plástico. La venta y distribución de pellets se realiza face-to-face.
El Grupo BID nos puede ayudar a avanzar en nuestra solución de diversas maneras. A través de fuentes de financiamiento, podríamos contratar un equipo para trabajar con varios gremios a la vez. Nos permitiría destinar recursos para generar información sobre la huella de plástico de la pesca artesanal. Con esta información optimizaríamos procesos y decisiones para escalar nuestra propuesta.
Otro factor es el acceso a las redes del ecosistema del Grupo BID. Para desplegar todo el potencial de nuestra propuesta, buscamos aliados en entornos de investigación, educación, desarrollo, cambio climático, etc. Este contacto facilita mentorías y sinergias que amplifican nuestro impacto y nos hace visibles a potenciales aliados.
Además, el BID es una marca con mucha credibilidad. Contar con un premio de esta naturaleza beneficia nuestra marca al ser seleccionados como un vehículo para lograr cambios positivos en la gestión del plástico. Nos señala como un stakeholder con capacidad de impactar e innovar en medio de las restricciones del desafío que afrontamos.
- Tecnología
- Modelo de financiación e ingresos
- Monitoreo y evaluación.
1. Plastic Bank: por su modelo de negocio y el sistema blockchain que utilizan para la trazabilidad de su producto.
2. Real Precious Plastic: por su modelo de gestión de la innovación del reciclaje.
3. Think tanks & innovation labs
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